viernes, 25 de noviembre de 2011

Privacidad y protección de datos personales

Cómo proteger sus datos en Internet? 


Al tiempo que las redes sociales se multiplican y popularizan, los usuarios desprevenidos hipotecan su privacidad. Cómo se puede rastrear a alguien por Internet y qué hay que hacer para resguardar la intimidad sin renunciar a una vida en línea?
Qué diría usted si un día viera su vida relatada al detalle en la nota central de una revista de tirada masiva? Que diría si encontrara expuesta en los kioscos una revista con su retrato, gustos, datos personales, familia, amigos, novias, amantes y mascotas? Si viera su intimidad revelada en una radiografía digna de la vida pública de una estrella de Hollywood? Esto podría pasarle si no presta atención a la gestión de los datos personales que realiza cuando navega por Internet.
El ejemplo de arriba proviene de un caso real ocurrido en Francia. Sólo siguiendo los datos públicos desparramados por la red, un equipo de investigación de la revista Le Tigre logró editar una completa biografía sobre un perfecto extraño.
Redes sociales como Facebook —ese nuevo juguete comunicación al de moda- son herramientas potentes para conectar personas y crear comunidades. Cada día familiares, colegas, compañeros de clase, amigos y conocidos se encuentran y reencuentran en estos espacios. Estar al día de lo que hace nuestro entorno es mucho más fácil así. Además los usos potenciales de las redes sociales pueden ir más allá de la moda: promoción personal, profesional, contactos laborales, compartir ideas, eventos, proyectos, negocios y muchos más.

Y todo a cambio de qué?
El precio a pagar por participar de este movimiento no se mide en dinero sino en la cantidad de los datos personales que se comparten. Cómo nos llamamos, qué edad tenemos, qué afiliaciones o convicciones nos definen, qué nos gusta, dónde estudiamos, qué hacemos y para quién trabajamos.
Como se adivina, puede haber cosas que no necesariamente se quiera compartir a los cuatro vientos. Conocer algunas herramientas en línea destinadas a rastrear personas ayudará a entender mejor la seriedad del problema y cómo mantenerse a resguardo sin renunciar a participar del nuevo movimiento de los medios sociales.
Basta con darse una vuelta por Google para comprender hasta qué punto la información se expone al mundo con facilidad. El verbo "glooglear" —por aberrante que pueda sonar- cada vez es más empleado para referirse a la acción de buscar información sobre algo o alguien.
Entre las herramientas específicas concebidas para rastrear personas, Pipi es un potente buscador. De apariencia simple, es capaz de excavar en la mayoría de las redes sociales más conocidas -y no tanto- en busca de perfiles, fotos, artículos, correos y teléfonos. La información se devuelve en secciones debidamente identificadas y ordenadas.
Al mismo nivel de detalle si sitúa 123people. Aquí los resultados de una búsqueda se separan en fotos, direcciones de correo, números de teléfono, videos, documentos, blogs, y muchas otras secciones más dependiendo de los datos encontrados. Si la información está en algún lugar, este buscador la encontrará.
Tanto Wink como yoName son meta buscadores de redes sociales a visitar como alternativa, aunque los resultados no suelen ser ni tan precisos y ni tan extensos como en los casos de de Pipl o 123people.
Mención aparte merece Spokeo, un verdadero detective privado de la vida en línea. Este sitio examina nuestros contactos de correo electrónico y rastrea la presencia en Internet de toda la lista. Un par de minutos más tarde nos devuelve una informe con todos los nombres y las huellas dejadas en Internet.
Aunque pueda parecer un tanto psicópata, usando en sanas dosis Spokeo puede convertirse en un buen aliado para seguirles el paso a nuestros amigos. La única contra de este servicio -y no es menor-, es que sólo permite probar el servicio con un par de nombres antes de pedirnos un abono de US$ 2,95 por mes.


Ley de habeas data (25326):
Es el derecho, en ejercicio de una acción constitucional o legal, que tiene cualquier persona que figura en un registro o banco de datos, de acceder a tal registro para conocer qué información existe sobre su persona, y de solicitar la corrección de esa información si le causara algún perjuicio.                                                                                                                                                     Este derecho se fue expandiendo y comenzó a ser reglamentado tanto por leyes de habeas data como por normas de protección de datos personales. También se encomendó a Organismos de control la vigilancia sobre la aplicación de estas normas. Así existen en diversos países (como España, Francia, Argentina y Uruguay) organismos de control que tienen por misión supervisar el tratamiento de datos personales por parte de empresas e instituciones públicas. También se suele exigir una declaración de los ficheros de carácter personal para generar transparencia sobre su existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario